Sunday, March 16, 2008
Un Sueño Hecho Realidad - Dinny
Como muchas muchachas que tienen trece años, yo estaba enamorada de los caballos. Toda mi vida me gustaba poder comprarme uno. Mi familia me decía que no era posible.
Entonces, les preguntaba que ¿porqué me enseñaban como montar a caballo?.
Claro que nosotros íbamos a una cuadra de caballos de montar cada sábado, pero para mi no era suficiente.
Ese verano cuando no había escuela, mi padre me preguntó si yo quería montar un caballo a las seis de la mañana para tres horas diarias.
Unos amigos de él necesitaban una persona que podía ayudarlos a acondicionar los animales de casta, cinco días por semana.
Para mí era un sueño hecho realidad.
Íbamos a la caballeriza cada mañana. Los ayudantes del establo tomaban buen cuidado de los animales tan grandes, tan caros y muy gentiles. Ellos me ayudaban a conocer los caballos castrados y las yeguas y los temperamentos de cada uno.
Era una aventura muy interesante para mí.
La equitación era mi pasión.
Cuando llegaba a la caballeriza, mi caballo del día, ya tenía la silla de montar y el freno. No era necesario peinarlo ni cepillarlo, ni limpiar los cascos. Era muy mimado. Mi sola función era tomar el caballo para su ejercicio en los caminos de herradura.
!Qué trabajo satisfecho!
No quería entrar a un concurso hípico. Mi placer era la hípica - continúa hasta este día.
Dinny
15 de marzo de 2008
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